jueves, 11 de abril de 2019
NO LO SE
Las flores no paran de crecer, las balas se acaban.
Sigue mi voz es tu faro, eres la dueña de las caricias nómadas.
Imagínate navegando en los mares oscuros de mi entrepierna.
El pensamiento es la luz, tu cuerpo la acción.
Canta la sabana en la tarde cuando sigo la cocción de arroz en la olla de barro.
Extiendo mis alas, no te asustes solo aférrate.
Suavemente soba mi lomo y veras aparecer al genio, es tuerto anda torcido mirando a la derecha,
es gracioso pero tú le encontraras utilidad.
Atrévete a volar conmigo, podrás ser la única.
suelta las amarras de las cargas, elévate.
Tú eliges los colores a pintar en cielo, y no te equivoques con el viento,
si no le gusta lo pintado lo borrara. Pero al final divertirte es lo ganado.
Sígueme el rollo cuando nos encontremos con el jugador de los dados cósmicos y podremos estacionarnos por varios minutos en la vía láctea.
miércoles, 10 de abril de 2019
ETÉREA
Ante
esos labios y ojos se caen las murallas de Jericó.
No
necesitas trompetas solo tu mirar y el deseo del moribundo combatiente, cuando
en tu boca quiere descansar.
Respóndeme
si en tus labios dejas anidar mi nombre,
Si
mis besos al aire llegan a tu piel, si los abrazos furtivos arropan tu cuerpo.
Y mi voz ausente se abriga en tu mente.
Dime
como colarme así sea vagamente en tu deseo,
Si
acaso todo es posible o solo es mejor parar.
Arraigada
estas en mi cuando el verano comenzó,
Con
raíz y todo estas incrustada en mi ser.
Releo
mis versos a la orilla del arroyo desierto,
Dime
mujer si mis palabras brillaron en tus ojos y pintaron de rosado tus mejillas,
mientras tus labios las nombraban.
Si
cada palabra se posesiono en tu cuerpo para el cual fue escrito.
Dime mujer si
esos versos te transportaron
Y te
hicieron volar etérea y bella, sensual y pura. Por las líneas de mis manos
FIERA
Anoche
soñé con tu desnudez brillante bajo los cielos.
En
tu piel se reflejaban algunas constelaciones, y la bruma de la vía láctea se
tejía en tu entrepierna, cuando dos pequeñas lunas se dibujaban en tus nalgas.
Yo
solo era la presa y tú la cazadora, altiva y orgullosa.
Con los cabellos al aire,
La
piel serena,
Con
los senos equilibrados en el espacio y tiempo en un movimiento hipnotizante.
Era
yo la presa de tus dientes y garras,
De
tu hambre,
De
tu sed,
De
tus labios y piel desnuda.
Era
yo la presa de tu fiera escondida en la hojarasca de tu vestimenta,
Era
yo la presa de tu desnudez.
Tu
solo te balanceabas, con pasos firmes, suaves sobre la arena tibia.
Buscabas
el ahogo de mis gritos, olfateabas la angustia de mi pasión.
Te
deslizabas entre mis brazos sin ser mía,
Te
enredabas en mis vellos por un instante.
Anoche
soñé con tu desnudez brillante bajo los cielos,
Era
yo la presa y tú la cazadora.
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